Employee of the month
Hello again, dear humans with cool heads and warm hearts!
This week, we stopped working with the cleaning company that used to take care of our studio. We had no complaints —quite the opposite— but our chaotic schedule made it hard to align with their staff’s availability. So, from now on, we’ll be the ones cleaning our beloved studio… along with our robotic assistants.
Even though we live in a watered-down version of the future —one that has clearly failed to deliver on the dream of flying cars— we do have some fairly sophisticated machines that can help us with certain everyday, mechanical tasks, like cleaning surfaces.
This setup gave us the perfect idea for this week’s episode of Brosmind TV. As you know, it’s just the two of us brothers in the studio, and we personally handle all creative tasks with great care. But when it comes to more mechanical duties, like cleaning, we’re happy to delegate. Until recently, we relied on humans to do it, but now it’s time for our household robots to take over. Among our three most advanced units, we’ll be choosing this month’s Employee of the Month. The contenders: the Henry vacuum cleaner, the iRobot Roomba, and finally, our anthropomorphic version of ChatGPT.
This ridiculous premise gives us a chance to reflect on a few interesting things. On one hand, we’ll see that classic appliances can still compete quite well with their newer, smarter counterparts. Sure, modern microchips are impressive… but even the most cutting-edge Roomba can tumble down a step. Are they really 100% autonomous, or does there always have to be a human nearby for backup?
And finally, we poke fun at the physical uselessness of AI: the greatest intelligence on Earth can’t even pick up a few bits of pencil shavings… although it can offer us a very detailed action plan to get the job done.
So, dear friends, as you can see, spending too much time alone with these robots may have finally driven us mad. Please support us and follow us on social media… so at least our descent into madness was worth it!
Much love,
the Mingarro brothers
El empleado del mes
Hola de nuevo, queridos humanos de mente fría y corazón caliente.
Esta semana hemos dejado de trabajar con la empresa que se encargaba de la limpieza en nuestro estudio. No teníamos ninguna queja —al contrario—, pero lo cierto es que nuestra caótica agenda hacía difícil compaginar nuestros horarios con los de sus operarios. Por tanto, a partir de ahora, los encargados de limpiar nuestro querido estudio seremos nosotros mismos… y nuestros asistentes robóticos.
Aunque vivimos en un futuro descafeinado que no ha cumplido nuestro sueño de los coches voladores, lo cierto es que ya contamos con máquinas bastante sofisticadas que pueden aliviarnos de ciertas tareas cotidianas y mecánicas, como limpiar superficies. Este punto de partida nos ha dado la idea perfecta para el episodio de Brosmind TV de esta semana.
Como bien sabéis, en nuestro estudio solo estamos los dos hermanos, y nos encargamos celosamente de todas las tareas creativas. Sin embargo, no nos importa delegar en tareas más mecánicas, como la limpieza. Si bien hasta hace poco contábamos con humanos para llevarlas a cabo, ahora llega el turno de nuestros robots domésticos. Entre los tres más avanzados elegiremos al empleado del mes. Ellos son: la aspiradora Henry, el robot de limpieza Roomba de iRobot y, por último, nuestra versión antropomórfica de ChatGPT.
Este planteamiento rocambolesco nos servirá para reflexionar sobre muchas cosas interesantes. Por un lado, comprobaremos que los electrodomésticos clásicos pueden seguir compitiendo perfectamente con sus contrapartidas más modernas. Los microchips más avanzados son impresionantes, sí… pero hasta la Roomba más puntera puede despeñarse por un escalón. ¿Son realmente independientes al 100% o siempre tiene que haber un humano al rescate?
Por último, nos reímos de la inutilidad de la IA para las tareas físicas: la inteligencia más grande de la Tierra no es capaz de recoger unas virutas de mina de lápiz… aunque puede proponer un plan detallado para solucionarlo.
En fin, amigos, como veis, tanto tiempo a solas con estos robots parece que ha terminado por volvernos locos. Por favor, apoyadnos y seguidnos en redes… ¡que la pérdida de nuestra cordura haya valido la pena!
Os queremos,
los hermanos Mingarro